Modernización v/s vida tradicional
Edificaciones siguen sacándoles “canas verdes” a los Ñuñoínos
En la comuna de Ñuñoa los vecinos están molestos. No se sienten conformes con las modificaciones realizadas al plan regulador. Y, a pesar de que se disminuirá en un 70% las alturas de las construcciones en algunos sectores, aún persisten una serie de problemas que los aquejan: La falta de áreas verdes, ruidos indeseados y sistemas de alcantarillados se muestran como consecuencias de estas edificaciones que tiene a los habitantes del sector unidos ante cualquier desacuerdo.
El problema de las construcciones en altura de Ñuñoa siguen dándoles dolores de cabeza a sus habitantes; gran cantidad de vecinos se opone a las edificaciones que no paran de construirse en el lugar. Según ellos, les quita el aspecto colonial característico del sector y dejan sus casas rodeadas de edificios, tapándoles sol y vista.
Preocupados piensan día a día en temas como las áreas verdes que cada vez más se perderán entre las construcciones, las redes de alcantarillados que pudieran llegar a colapsar, ruidos molestos a todas horas del día, las alturas permitidas de los edificios, y la influencia que pudieran llegar a tener las empresas responsables de estas construcciones en la municipalidad.
Son estos los motivos que han llevado a un grupo de vecinos de la comuna a juntarse ya más de una vez en la plaza Ñuñoa, con el fin de juntar firmas y así poder hablar directamente con el alcalde la comuna, Pedro Sabat.
Los conflictos comenzaron hace más de un año, específicamente en septiembre del 2006 cuando la municipalidad da a conocer las propuestas para la modificación del plan regulador, el cual tiene vigencia hace 16 años y es el que regula los temas relacionados con la renovación de áreas urbanas.
Directora de una de las unidades vecinales de la comuna, asegura que “los vecinos están preocupados, temen por sus villas y condominios, los edificios han ido ocupando de a poco más terreno, así como la delincuencia tampoco es un tema que nos sea indiferente, al haber más lujo los ladrones se acercaran más a nuestras zonas con el fin de robo”.
Las juntas vecinales, cuenta, se han organizado haciendo valer sus intereses y preocupaciones con respecto al tema. Las alturas establecidas de las edificaciones –de hasta 7 pisos- las encuentran demasiado altas para algunas zonas, -a pesar de que a través del plan regulador se están disminuyendo, los vecinos parecieran no estar conformes, ellos quieren máximo 4 pisos-. Agrega además que; “Las casas se desvalorizan al tener un edificio cerca y eso nos perjudica directamente”.
Sus últimos intentos han sido más conversaciones con el alcalde de la comuna y reuniones en las que se han organizado para recolectar firmas de los vecinos del lugar. “Ahora mismo estamos organizando una nueva recolección de firmas para lograr cada vez más presión”.
En tanto para la municipalidad estas modificaciones ayudan a mejorar el desarrollo inmobiliario en algunos sectores, aprovechando sus características metropolitanas, y en otras zonas, apelan a la conservación de sus elementos habitacionales que la distinguen de los demás sectores, mejora terrenos en deterioro y logran un mayor aprovechamiento en la infraestructura de la comuna.
Lo cierto es que los habitantes de Ñuñoa no quieren que esto se transforme en una comuna como El Golf o Providencia, quieren seguir manteniendo el aspecto residencial y placentero que siempre los ha caracterizado.